Hay dos formas en las que me siento verdaderamente conmovida cuando me preguntan cómo estoy, porque el resto de las veces, lo que es la verdad es mera formalidad. En fin que no es reclamo, porque yo también lo hago, mmm...!! pero ese no es el punto.
Vamos a las formas que son fondo:
Una, cuando me preguntan ¿cómo estás? y me miran a los ojos, y me miran de tal manera que llegan hasta lo más profundo de mi corazón, es entonces cuando mi respuesta no es simple y es más, mucho más, que un simple "bien".
La otra cuando me preguntan al oído ¿cómo estás? y lo hacen con voz queda y suave. Entonces tengo que mirar de frente y responder algo más que un simple "bien".
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| Y en la inmensidad, a veces, hay cercanía... Vista de la CDMX febrero de 2017 |
Las dos formas involucran cercanía, verdadera cercanía, la primera hace mucho que no me pasa. La segunda... me pasa... me pasa... Sus... Susa... mi hermana chiapaneca lo hace y me dan ganas de llorar, y nomás de contárselos se me humedecen los ojos, se me apachurra el corazón, se me dibuja una sonrisa desde muy adentro. Sí, es una sonrisa de esas que saben me salen desde el corazón y es para ella, me quiere, me quiere bien* (*solidaria, amorosa, cariñosa, divertida y hasta regañona) y nada... nada... que no me alcanzarán las palabras para agradecer tan buen amor, así que Dios la guarde y la proteja por lo buena que es conmigo.
