Por
Angélica
Garnica Sosa
con la Colaboración de
Rossio
Jiménez Molina
Directora General de Planeación y
Desarrollo, S.C.
Consejera Ciudadana, representante de la sociedad civil,
en el Consejo Nacional de Seguridad Pública
Facebook:
Planeacionydesarrollosc
Twitter: @AngeGarnica
Buenos días a todas y
todos.
Agradezco infinitamente
la invitación para hablar sobre un tema en el que, desgraciadamente, todos los
aquí presentes somos expertos: la
corrupción.
En la corrupción, al
igual que en la violencia, hay tres actores:
1.
quien pide, que es el victimario
2.
quien da, que es víctima
3.
quien observa, que es el testigo-observador.
Puesto así, el
escenario de corrupción nos es familiar y les pido que levante la
mano quien de alguna manera ha vivido un acto de corrupción. Todos hemos
vivido de alguna manera la corrupción.
La corrupción, la violencia
y la delincuencia son fenómenos
complejos y multifacéticos, pensemos por un momento en un acto de corrupción…
cualquiera… puede ser una experiencia
propia o algo que vieron o algo que les contaron ¿sí?
Entonces…
1. ¿Nos queda claro que la corrupción es algo que está presente
en nuestra colonia, escuelas, calles, trabajo…?
2. ¿Estamos conscientes que la corrupción es “algo” que vivimos
frecuentemente?
3. ¿Reconocemos que la corrupción es, para una gran mayoría, el
camino natural para obtener un servicio o para resolver un problema?
Resumiré algunas “formas
de corrupción”
· Desviar recursos de la
federación para fines distintos a los establecidos, particularmente de programas
sociales, de seguridad, salud, desarrollo social, educación…
· Dar participaciones
económicas o en especie para obtener un contrato o una licitación.
· Dar sobornos para
agilizar un permiso o una licencia.
· Dar diezmos a un sindicato
o un partido político.
· Pagar “cuotas” a
líderes para venta en vía pública.
· Pagar para obtener un
lugar en una escuela o universidad.
· Cobrar un sueldo por un
trabajo no realizado.
· Dar sobornos para no
pagar una multa.
· Y hasta pagar por un
lugar en una fila para pasar primero.
Y hasta aquí con los ejemplos,
porque seguro cada uno de nosotros podemos contar historias, formas y enojos por experiencias con la corrupción.
Por lo menos yo, como consultora en
seguridad, les puedo contar amargas experiencias que me llevaron a presentar
denuncias penales, civiles y ante órganos
internos de control a fin de denunciar actos de corrupción que
trascendieron a incidentes de extorsión.
Lo anterior es lamentable, pero a
nivel nacional tenemos los siguientes datos.
· Transparencia Internacional
organización no gubernamental dedicada a combatir la corrupción en todo el
mundo
· Estudio
en el 2015
· México
obtuvó una calificación de 35 de 100 puntos, en efecto estamos reprobados
· El
promedio en América Latina fue de 40
· Los
países mejor evaluados
fueron Dinamarca con 91 puntos y Finlandia con 90
· Haití y Venezuela obtuvieron 17
puntos
· Corea del Norte y Somalia tuvieron 8
puntos
· Así,
México ocupó el lugar 95 en percepción de corrupción, de entre 168 países.
Nuestro reto… es alcanzar a
países como Dinamarca o Finlandia que son ejemplo de desarrollo y
transparencia.
A nivel nacional, de acuerdo con la Encuesta
Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental realizada en 2015,
el Estado de México es una de las entidades con mayor presencia de corrupción,
donde 6 de cada 10 ciudadanos que realizaron algún trámite* manifestaron haber sufrido un
acto de corrupción.
Esa misma, Encuesta identificó los cinco temas donde se experimenta más la
corrupción son:
1.
Seguridad
pública
2.
Trámites
ante Ministerio Público
3.
Trámites
para abrir una empresa o negocio
4.
Trámites
ante un juzgados o tribunales
5.
Obtención
de permisos relacionados con la propiedad.
Tres de esos servicios se relacionan con la seguridad y justicia, donde
se involucran los tres niveles de gobierno: municipal,
estatal y federal; y, dos, tienen que
ver con las actividades económicas y los bienes de las personas, cuya
regulación, principalmente, recae a nivel municipal.
Sin importar el nivel de gobierno, no hay duda que la corrupción impacta
aspectos fundamentales de la vida y la integridad de las personas.
Un datos más, el costo de la corrupción por “realizar” trámites en el
2015 fue de 6 mil 418 millones de pesos; lo que equivale a 2 mil 799 pesos por
persona afectada, lo anterior según cálculos de la misma Encuesta.
Sin duda los costos económicos de la corrupción son altísimos, pero sí
trasladamos el problema a una dimensión humana,
cultural y social tenemos que aceptar que,
la corrupción adquiere tintes dramáticos para
los ciudadanos, las familias, los comerciantes, los industriales, los trabajadores y
las futuras generaciones de nuestro querido municipio, del Estado y del
país.
Así, hablemos de los otros costos de la corrupción, que se expresan de
la siguiente manera:
1.
La corrupción impide un desarrollo
equilibrado de la sociedad.
2.
La corrupción debilita la eficiencia de las políticas públicas.
3.
La corrupción genera desconfianza en el gobierno y debilita sus
instituciones.
4.
La currupción genera un desinterés en las leyes, reglamentos, procedimientos y, así, favorece un
ambiente de inseguridad legal.
5.
La corrupción merma el respeto de cualquier
figura de autoridad: legisladores, gobierno, policía, juez, director, maestros,
presidente de mesa directiva, presidente de colonia, …
6.
La corrupción aleja la inversión privada
que puede generar fuentes de trabajo y mejorar la calidad de la vida de los
habitantes de una ciudad.
7.
La corrupción cierra las puertas a las
pequeñas y medianas empresas.
8.
Pero
lo más grave la corrupción nos
produce sensaciones de incertidumbre, tristeza, impotencia, deánimo,
desconfianza y hasta miedo.
Y es tal el impacto de la corrupción
que
“ha
dejado de ser un problema local para convertirse en un fenómeno transnacional
que afecta a todas las sociedades y economías, lo que hace esencial la
cooperación internacional para prevenirla y luchar contra ella”.
Así, la “Convención de las Naciones Unidas Contra la Corrupción” estableció la necesidad de trabajar en la
prevención y la erradicación de la corrupción entre:
1.
Gobierno
2.
Sociedad Civil
3.
Organizaciones No Gubernamentales
4.
Organizaciones sociales y vecinales
5.
Universidades
6.
Ciudadanos
La misma Convención establece un
ciclo básico para generar políticas públicas de largo plazo para erradicar la
corrupción que implica generar acciones
de prevención + acciones de Investigación + acciones de enjuiciamiento de la
corrupción = para alcanzar un Modelo Anticorrupción.
Con un
modelo así, podremos:
1.
Generar prácticas eficaces para prevenir la corrupción: simplificar
de trámites, agilizar tiempos de respuesta, transparentar el uso de los
recursos públicos.
2.
Crear órganos de apoyo para el seguimiento e investigación
de la corrupción, y aquí corresponde fomentar la participación activa de las personas y grupos de la sociedad civil, organizaciones
no gubernamentales y asociaciones de
lucha contra la corrupción para sensibilizar a la opinión_pública sobre la existencia, las causas y la gravedad de
la corrupción, es decir, las acciones anticorrupción no son sólo del
gobierno, son de todos y se pueden trabajar por medio de Contraloría Social, Monitoreo Ciudadano,
Testigo Social o Gobierno Abierto.
3.
También es necesario establecer un código de conducta para
los funcionarios para el correcto,
honorable y debido cumplimiento
de las funciones públicas,
mismo que debe estar compuesto por valores irrenunciables de integridad, honestidad y responsabilidad.
4.
Difundir la información de procedimientos de contratación
pública.
5.
Rendir cuentas de la hacienda pública.
6.
Y ante una denuncia por actos de corrupción: investigar y,
sí corresponde, fincar responsabilidades
penales, administrativas y financieras sobre las personas, a fin de
transcender el fantasma inseparable de la corrupción: la impunidad.
El camino y las acciones para
erradicar y prevenir la corrupción son complejos y de gran envergadura para
nuestra sociedad y más nos vale empezar ahora, por eso celebro que en el
Municipio de Tlalnepantla de Baz dé señales de ir en ese camino y les voy a
compartir seis acciones que me develan la intención de afrontar la corrupción y
fortalecer la transparencia en nuestro municipio:
::: Buenas prácticas de transparencia que están abiertas y disponibles en
el Portal de Municipio :::
(1) Contar
con un “Proceso de la Mejora Regulatoria” que implica proceso de simplificación y mejora administrativa para los
habitantes de Tlalnepanta.
(2) Tener una
sección de transparencia donde se encuentran:
a) Formatos con información
financiera por rubro de gasto.
b) Información pública del
programa anual de obras, solicitudes de información, presupuesto asignado,
directorio de servidores públicos, proceso de licitaciones, convenios, informes
de ejecución, entre otros.
(3) En la sección de
“Formatos y convocatorias” encontramos sesiones de Cabildo Abierto y otras convocatorias,
por ejemplo, ahora está la invitación para formar parte del cuerpo de “Policía
Preventivo Municipal”.
(4) La creación de un Observatorio
Ciudadanos y los Consejos Ciudadanos como instancias de participación ciudadana
en las políticas públicas municipales.
(5) Y, sin duda, celebro
la elaboración
de un Plan Anticorrupción.
(6) El trabajo
constante y comprometido de los Síndicos y Regidores para elaborar y aprobar
distintas reglamentaciones para la mejora regulatoria y la transparencia, así
como ser receptivos a la opinión de los
ciudadanos con sesiones de Cabildo Abierto, son otras acciones que ayuda a
tener un Gobierno Abierto y Transparente.
Ahora, nos toca a los ciudadanos, a los académicos, a las organizaciones
sociales y vecinales participar de manera constructiva y colaborativa en
las acciones para erradicar y prevenir la corrupción, | y lo haremos por nosotros, por nos nuestros hijos y por
las futuras generaciones a quienes les debemos una oportunidad de desarrollo, de paz y de justicia, y
que a nosotros nos está constando tanto trabajo, y así lograr que nuestro país, nuestro estado, nuestro municipio
sean un lugar sin impunidad, ni corrupción.
En mi experiencia, para atender un problema hay 3 cuestiones
que son fundamentales:
1.
que se reconozca el problema,
2.
que se tome la decisión de atenderlo, y
3. que “alguien” tome la decisión de hacer “algo” para
cambiar “ese” problema, en este caso, felicito y reconozco el liderazgo y la
disposición de la Presidenta Municipal, Denisse Ugalde, para afrontar un tema
que está en la agenda nacional, pero al que pocos le han querido entrar.
Espero ser observadora del desarrollo de este Plan
y, en su momento, compartirla como una experiencia de éxito a nivel estatal o
nacional.
Es una tarea ardua para
el mediano y largo plazo, y reitero, se requiere el apoyo y disposición de
todos.
Por su
atención, muchas gracias.
* Conferencia dictada en el marco de la presentación de "Plan Anticorrupción de Municipio de Tlalnepantla de Baz, el 06 de julio de 2016.
Fuentes de información
Arredondo
Pico, Óscar “Vientos de cambio en el combate a la corrupción”, 30 de junio de 2016,
en Animal Político,
http://www.animalpolitico.com/blogueros-res-publica/2016/06/30/vientos-de-cambio-en-el-combate-a-la-corrupcion/
Flores, Santiago “Investigan red de
corrupción por extorsión a comerciantes de Rosarito”, en Unimexicali, 03 de
julio de 2016, consultado en http://www.unimexicali.com/noticias/bajacalifornia/422717/investigan-red-de-corrupcion-por-extorsion-a-comerciantes-de-rosarito.html
Naciones
Unidas. Oficina contra las Droga y el Delito “Convención de las Naciones Unidas
Contra la Corrupción” (2004)
