domingo, 19 de junio de 2011
Navegante, Cartagena de Indias, Colombia |
El día de hoy me quedo con dos grandes enseñanzas: reservarme el mejor tiempo para mí, ya que las horas, la vida vuela, “unas horas nos han sido robadas, otras nos han sido robadas, otras nos han huido. La perdida más vergonzosa es, sin duda, la que acontece por negligencia”. Así, la primera gran enseñanza de día de hoy es: asegurar bien el contenido del día, es decir: tener conciencia sobre el contenido del hoy y, así, dice Séneca, “será la forma como se dependerá menos del mañana”. La naturaleza nos puso el fugaz, escurridizo, tiempo como juez. Así, será cosa de reafirmar lo que he hecho durante los últimos ocho años, dar tiempo a todo: al trabajo, a la familia, a la escritura, a la música, al baile --pero ya no en solitario, sino en pareja-- y darle tiempo a mi descanso creativo, pero también a la vida en pareja, esa que nunca he tenido.
La segunda cosa que aprendí es: escribir notas al día sobre reflexiones de un tema. Reflexionar y escribir es algo que vengo haciendo desde hace muchos años, pero de manera desordenada. Tengo notas que debo integrar y ordenar, porque de principio me gusta escribir, y ya tengo algunos años haciéndolo de manera sistemática, aunque lo haga mal. En segundo lugar, porque me gusta compartir. Así, escribir y compartir a través de este blog es una gran oportunidad de realizarme en dos cuestiones: darme ese tiempo de escritura y darme ese chance de compartir.
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