A mis 45 años de vida aprendí
muchas cosas… muchas… muchas… una de ellas y que me significó una de las mayores
transformación de mi vida fue
“comprender que mi mayor y mejor inversión soy yo misma”.
Tepoztlán desde el Tepozteco y de eso se trata"mirar" tu pequeñez. |
Sí-sí-sí me compré completita la idea de
que los “gastos” en uno mismo NO SON GASTOS, son inversiones para estar bien y
ser mejor, y así…
- que no les duela invertir en estudiar porque van a adquirir conocimientos;
- que no les pese caminar porque de menos mantendrán su salud;
- que no les duela comer bien porque es su fuente de energía para todo;
- que no les pese leer porque recrearán el alma, el espíritu, el intelecto o de menos tendrán de qué hablar; y
- que no les dé flojera arreglarse y verse bien, arreglarse para uno es el mejor regalo que se puede dar uno al día.
- Pensar, analizar, proyectar, crear, innovar y hasta soñar no son una perdida de tiempo, son las pequeñas inversiones que uno tiene que hacer para proponer y hacer "cosas" en la vida.
Y así, a lo largo de la línea de tiempo, "esas" pequeñas inversiones dan sus frutos, algunos le dicen satisfacción, trayectoria, éxito. Yo le digo plenitud y consistencia. Yo digo: soy un ser humano consistente con mis anhelos, mis actos y mis resultados.
No quieran ganar cuando no se
invierte ni en pensar bien.
Y así… y así… que desde hace semanas
traigo ese pensamiento en mi cabeza-corazón y aquí se los dejo.
En fin… en fin… que aprendí y sigo
aprendiendo, pero ahí la llevo…
Vale pues...
Que todos estén bien…
O Namaste…
O amor y paz…
O mejor ya no se queje y póngase a
trabajar…
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