miércoles, 28 de marzo de 2012

Diálogos de primera fila. Las mujeres de tantos y de nadie

Tlalnepantla.
27 de marzo de 2012

   Franelas vente a echar un taco…
La mujer de espalda gruesa y prolongado tatuaje en su brazo derecho, arrima su plato de carne con nopales y deja ver el largo tatuaje de su brazo.
De frente una mujer morena con pómulos fuertes, pequeños ojos negros, ceja perfectamente delineada, labios a medio pintar color vino. Toman cerveza para acompañar su comida.
Una mujer de tantos y de nadie. Cartagena de Indias.
Agosto de 2011
Y de nuevo el grito sale de la fonda.
   Franelas cabrón!!! vente a echar un taco o qué tu también desayunaste putiza??
La mujer de pómulos fuertes me mira esperando mi reacción ante el comentario. Simplemente le dibujo una sonrisa de: te comprendo, las comprendo, no tengo más que decir.
Volví a clavar mi mirada en mis deliciosas tortas de pollo en chile verde.
Después de un rato, el Franelas entra a la fonda, franela en mano, limpia la silla, no sé para qué, y se sienta de lado derecho de la mujer del tatuaje.
   Que no oyes que te estoy hablando desde ese rato o qué ya desayunaste? Porque a mí ya me dieron una madriza para desayunar y ahora estoy comiendo.
La mujer de grueso pómulos me vuelve a mirar y ahora dibuja una clara sonrisa en su rostro que me deja ver sus pequeños dientes blancos. Ahora sólo le sonrío con los ojos, mi boca estaba ocupada con un bocado.
   No mames!! Este cabrón se pasó de verga, se puso loco, me puso mis buenos madrazos, pero no se fue limpio...
El Franelas sale corriendo e interrumpe la narración, un cliente se le va y es el primero del día. Eso grita al salir de la fonda.
Las mujeres siguen comiendo, ahora en silencio, y escucho claramente a Pepe Aguilar en la televisión de fondo. Luego de un rato, le gritan al dueño-cajero-mesero, ya cambia esa chingada música ya estamos hasta la madre.
Por supuesto, asiento con gran sonrisa la aceptación de la petición.
Me despido de ellas con un: buen provecho!
Pensé, qué vida difícil la de estas mujeres ¿dónde trabajarán? ¿en el Bar Barrigón? ¿todavía existirá? En los noventa este bar-cantina de mala muerte daba trabajo a gran parte de las sexoservidoras de Tlalne. Luego pensé: ya no pueden trabajar en el Pasaje de los Arcos, la legendaria zona roja del Centro de Tlalnepantla, la cambiaron por un triste y deprimente pasaje cultural.
¿Por dónde andarán esas mujeres de todos y de nadie acá en mi pueblo?

martes, 27 de marzo de 2012

Diálogos de primera fila. Una familia de tantas.

Trolebús Taxqueña-Central del Norte.
24 de marzo de 2012.

Una familia de tantas: mamá, papá, hijo adolescente y niño dormido en brazos.
El adolescente al ver una refaccionaría[1] repleta de clientes lanza la siguiente pregunta a sus padres:
   ¿Qué se necesita estudiar para tener una refaccionaría?
Presto el padre responde:
   No se necesita estudiar, se necesita saber robar autopartes!!!
Afine lo más que pude mi oído para escuchar qué más le decían.
La madre increpa al padre…
Los otros mensajes. De las andanzas por la Ciudad.
   ¿Robar…? ¿Cómo robar?
El padre:
   Siiií, robar autopartes!!!!
La madre:
   ¿Tú robarías? ¿de verdad harías algo ilegal?
El padre:
   Sí, por qué no!! Todos lo hacen!!
La madre:
   ¿Has hecho algo ilegal?
Y es aquí donde el bullicio de Montevideo ya no me dejo escuchar. Tenía unas ganas tremendas de ver la cara, los ojos, la expresión de “ese” hombre, de “esa” mujer y de “ese” joven. Bajaron en la misma parada que yo, los miré de reojo, pero no pude verles la cara ni los ojos ni la expresión. Me quedé parada mirándoles la espalda. De espaldas era una familia de tantas, de estas que están en todas partes de la ciudad y del país. 
El siguiente tramo de camino a casa, no pude parar mi cabeza. Ese diálogo rebotaba de un lado a otro dentro de mi cabeza. Pasaron tantos pensamientos y emociones por mi cabeza-corazón. Ahora, vuelvo a recordar ese diálogo y sigo pensando y sintiendo tantas cosas, tantísimas cosas, tantísimos ausencias... 
Esta sociedad, la nuestra, no sé otras, pero ésta donde vivo, donde convivo, donde trabajo, donde estudio, donde amo, donde camino, donde bailo, donde gozo, necesita verse, escucharse, amarse para poder vivir o mejor diría sobrevivir.



[1] Esa refaccionaría, siempre está hasta el gorro de clientes y parece que regalan sombrillas en día soleado, por lo que supongo que en el esquema del joven era signo de prosperidad y dinero.

Nota 1. Contexto del Manual de Seguridad Universitaria 2021

Contexto.  La primera versión de Manual de Seguridad para Instituciones de Educación Superior se publicó en 2011 y la segunda versión salió...