miércoles, 15 de agosto de 2012

De los pantalones al sol y la sencillez en la vida


Es hermoso observar cómo uno se simplifica las cosas a lo largo de la vida. Bueno, por lo menos en la mía y en algunas cosas. Eso me da mucho contento.
Andanzas por La Ciudad, por algún lugar de Chapultepec,
24 de septiembre de 2011,
Hoy me observé en esa práctica cuando vi colgados al sol 7 pantalones del mismo estilo, tela y color (con tono diferente). Efectivamente: todos son estilo docker y color caqui. Lo mismo ocurre con blusas y playeras, son del mismo estilo y textura, pero estas si de diferente color.
Atrás quedaron los años de abundancia de colores, texturas y estilos de pantalones, blusas y hasta zapatos. 
Aunque lo que es la verdad, nunca me ha gustado la innovación ni la modernidad en la ropa, porque casi siempre me traen incomodidad. Conmigo no aplica el dicho ese de: "antes muerta que sencilla". Nada de eso: la sencillez y la comodidad es lo mío.
Otra cuestión en esta sencillez, es que no me gusta invertir mucho tiempo en pensar que me voy a poner. Nada de eso. Eso no es para mí.
Cuando salí de mi último trabajo de oficina: regalé todos los trajes, pantalones negros, blusas y zapatos formales.
Me quedé con 2 ó 3 sacos (los más cómodos), por así algún día los necesitaba. Lo cual ocurrió.
Ahora tengo esos mismos sacos, unas chaquetas más, muchos pantalones caqui, playeras y blusas ligeras, y no podía faltar tengo 2 pares de botas del mismo estilo, unas negras y otras café, el requisito es que me aguanten el paso en días de trajín por esta Ciudad.
Caray!! Cómo le cambia la vida a uno o más bien debo decir: cómo cambia uno su vida. 
Me gusta-Me gusta-Me gusta, verdaderamente me gusta.

domingo, 5 de agosto de 2012

Del baile y las otras enseñanzas



Con profunda admiración, respeto,
pero sobre todo agradecimiento a mi
Maestro Francisco Pantoja,
Paco.


Lo siguiente se trata de contarles algunas de las enseñanzas que tengo en mis clases de salsa. Como algunos de ustedes saben tengo una gran pasión por el baile, el baile de la salsa y en los últimos meses he tenido la grandiosa oportunidad de tener clases particulares con el maestro Paco.  
Con él aprendí pasos o secuencias de pasos, pero sobre todo me enseña a: dejarme llevar, seguir el ritmo, no perder el paso, dar vueltas super elaboradas y, aunque se escuche extraño, estoy aprendiendo a meditar con la salsa. Concentrarme en la mentada enchunfla y escucharla de él como si fuera un mantra: enchunfla-enchunfla-enchunfa-enchunfla y entonces concentrarme en hacer el movimiento armonioso entre mi pie, mi brazo y mi cuerpo.
Pero debo hacer honor a la verdad: lo que más agradezco de las clases con Paco es la paciencia y buen oficio para enseñar y hacerme vencer algunos de los miedos que trae esta cabeza-corazón. Así, sin querer, está mejorando la confianza en lo que soy. Y les cuento.
Paco aplica diversas técnicas en mi proceso de enseñanza-aprendizaje jejeje!! Él sí tiene el oficio de ser maestro. Lo sé. Y lo sé por su capacidad de observación y dedicación para atender las necesidades especiales de cada uno de sus alumnos. Lo sé, por ser una alumna eterna y un intento de maestra universitaria.
Para atender una carencias en mi práctica de baile, Paco me enseñó a bailar con los ojos cerrados wow!! wow!! No sé ni cómo expresar las sensaciones antes, durante y después de esa práctica.
De inicio un ataque de risa nerviosa nomás de pensar que voy a bailar sin mis cómplices los ojos.
Luego, al bajar mis parpados sobre la cuenca de mis ojos, quedo en un estado de suspensión, así como si estuviera en el aire y, con todo y eso, debo dar consistencia al movimiento de mi cuerpo bajo la guía cuidadosa de unas manos. 
Entonces sólo me dejo guiar por la energía y el movimiento de esas manos. Ya supondrán que me viene otro ataque de risa, pero esta vez se debe controlar porque no hay tiempo para distracciones y así como en la meditación, viene un inmenso, pero sutil, estado de observación-consciente sobre una cosa, en este caso, la relación de mí cuerpo con esas manos. Sin pensar ni siquiera a dónde me llevan o qué hacen, sólo “observo” la energía y el movimiento para la ejecución de vueltas y pasos de salsa.
La tercera fase, cuando termina la pieza y abro los ojos, en ese momento, creo, que ya tengo dibujada una sonrisa menos nerviosa y más relajada en mi rostro. Entonces veo la cara de mi maestro asintiendo con aprobación: “Bien!”, “Bien!” y luego como buen maestro que es Paco, me dice: ¿cómo te sentiste? Creo que no he podido responder gran cosa, lo que sí estoy segura que hago es entrar en otra fase de risa nerviosa.
Son muchas cosas las que ocurren en ese ejercicio de bailar con los ojos cerrados, pero lo más importante es tener confianza. Confianza en mí y más confianza en el otro. Un día me dijo: “ya sé que en la vida real mandas tu, pero aquí debes dejarte llevar”. Por supuesto, me dio un ataque de risa, pero pensé un poco en eso y le di la razón.
Por eso, dejarse llevar, aunque sea en el baile, tiene mucho significado para mi. No digo ser una controladora o una desconfiada, nada de eso. No soy ni lo uno ni lo otro, ni con mi familia ni con la pareja ni con compañeros de trabajo ni con los amigos. En ese sentido, más bien soy desprendida, desapegada, dejada, relajada, relajada es la palabra que define mis relaciones personales.
El chiste de eso, es que en mis clases de salsa llevaba años bailando sola y tenía “cierto” control de mi baile y renunciar a eso para depositarlo en alguien más ha sido difícil, pero también muy hermoso, porque entonces ya se nota una verdadera evolución en mi baile. No lo digo porque nomás yo lo sienta, no, por ejemplo ayer se me acerco un compañero de clase y me dijo ah!! ya la vi bailado en pareja!! Ya baila muy bien!! Eso es resultado de la constancia!!” Felicidades!! Por supuesto me dibujó una gran sonrisa en mi rostro.
Otra enseñanza de mis clases de salsa están impactando, sin duda, en la conformación de mi autoestima, sobre todo aquella relacionada con mi cuerpo. Mucho hizo y está haciendo el yoga por mi en ese sentido, pero otra parte la estoy desarrollando acá.
Créanme eso es lo que me cuesta más trabajo. Llevo varias clases intentando hacer un paso en el que ante la instrucción de patada, agggggggg!! Me llega un estado de risa incontrolable por los nervios que ese paso me provoca. Y es relativamente sencillo, pero no puedo ejecutarlo. Me dice Paco con toda la paciencia del mundo: “vamos a hacerlo juntAS”. Se pone junto a mi e intentamos hacer el paso. Él lo ejecuta, pero yo no. Tengo la tarea de ensayar el paso en casa y por supuesto no me acuerdo de hacerlo. Es seguro: mi inconsciente me traiciona.
¿Por qué tanto ruido con un paso de baile? Debo decirles que ese paso involucra un movimiento “sexy”. Eso es complicado, porque si recuerdan hasta hace unos años Angélica sólo se concebía como cabeza (mente); luego a través del yoga aprendí que también era cuerpo y espíritu; y, en los últimos años aprendí, estoy aprendiendo, que también soy un ser sexual. Y aquí estoy.
Hay otras cosas que también están contribuyendo en la conformación de mi ser integral, pero esas son más intimas y no se las voy a contar. Bueno sólo sepan: tiene que ver con una gran e intensa querencia a ser humano. Él a pesar de lo que dice de sí mismo: es un gran ser humano, por lo menos conmigo jajaja!! Él también me está acompañando en esta evolución.
Bueno regresando al tema del baile. Paco está haciendo hasta lo imposible por hacerme comprender, algo que ya sé, el baile es sensual. Créanme que de principio lo sé, siempre lo he sabido. Lo sé no sólo por la parte química, es decir la cantidad de endorfinas que te genera bailar. También lo sé porque lo veo: he visto como a la luz de la cadencia musical los hombres y las mujeres de Salsamania se enamoran y desamoran. Lo he visto.
Entonces sé que el baile invoca y evoca esa sensualidad que todos traemos dentro. Lo sé, pero de eso, a hacerla tan explícita en un paso de baile pues... pues... pues… todavía no puedo. Creo que todavía no estoy preparada para reconocer públicamente que Angélica, es decir yo, soy un ser sexual y también sensual.
Uy!! Qué fuerte!!!
Ya les contaré cuando pase al siguiente nivel, porque entonces tendré dibujada una sonrisa sin nervios y sin miedo en mi rostro.
Hasta aquí…
Aquí les dejo dos enlaces donde se puede observar la evolución de ese baile. 
Namaste… Desde el bienestar que dejan las clases de baile.
Angélica 

Nota 1. Contexto del Manual de Seguridad Universitaria 2021

Contexto.  La primera versión de Manual de Seguridad para Instituciones de Educación Superior se publicó en 2011 y la segunda versión salió...