martes, 23 de octubre de 2012

De dinero-tiempo-libertad...


Edificio-Pasaje Madero,
Calle de Madero, octubre de 2012

>> — Para conseguir algo de envergadura, o encontrar algo de envergadura, se necesita tiempo y dinero. Claro que eso tampoco significa que con tiempo y dinero se tenga que conseguir algo estupendo. De todas maneras, disponer de ambas cosas no hace ningún daño. Sobre todo, la cantidad de tiempo es limitada. El reloj no para de marcar la hora. Tictac. El tiempo pasa enseguida. La oportunidad se va
perdiendo. Y si usted tiene dinero, puede comprar el tiempo. Puestos a comprar, hasta puede comprarse la libertad. El tiempo y la libertad son lo más importante que el dinero puede comprar para el ser humano. <<
— Haruki, Murakami (2011). 1Q84. Libros 1 y 2. México, TusQuets, p. 424

sábado, 20 de octubre de 2012

De las historias... las de amor que son re-bonitas




Y de verdad no es fácil, pero esa persona que nos gusta está en alguna parte y tal vez no nos esté esperando, pero por ahí anda.

Boteros
Mis Boteros de Botero, Bogotá,
Colombia, 2011
Les dejo dos historias una del Murakami —la familiaridad es natural, este hombre duerme a mí lado, a través de su libro, desde hace dos semanas y la otra historia... la otra… pues una mía.

No quiero meterme en donde no me llaman, pero ¿tiene usted alguien a quien ame?
Sí, sí que tengo respondió Aomame.
Me alegra que me lo diga.
Pero, desgraciadamente, yo no le gusto a esa persona.
Tal vez sea una pregunta un tanto ridícula -dijo la anciana-, pero ¿por qué no le gusta? Mirándola objetivamente, creo que es usted una mujer joven con mucho encanto.
Porque esa persona ni siquiera sabe que existo.
La anciana reflexionó durante un buen rato en lo que dijo Aomame.
—¿No hay, por su parte, el deseo de querer trasmitirle que existe?
—Por el momento no –dijo Aomame.
—¿se debe alguna circunstancia? Por ejemplo, ¿no puede ser usted la que se aproxime?
—Hay varias circunstancias. Pero, principalmente, es una cuestión de sentimientos personales.
La anciana miró a Aomame a la cara, con admiración.
En mi vida he conocido a personas extrañas, pero entre ellas quizá sea usted única.
Aomame relajó un poco los labios.
No tengo nada de rara. Tan sólo soy franca con mis sentimientos.
Protege con tenacidad las reglas que una vez estableció.
Así es.
Y además es un poco terca e irascible.
Sí, quizá también influya eso.
—Pero anoche se desmadró un poco ¿no?
Aomame frunció un poco el ceño.
Es necesario de cuando en cuando. Ya sé que no es algo digno de elogio, pero…
La anciana alargo la mano y la puso suavemente sobre la mano de Aomame.
Por supuesto. A veces también es necesario. No se preocupe, que no se lo estoy reprochando. Pero tengo la impresión de que lo que usted necesita es una felicidad más normal. Unirse a la persona que le gusta y comer perdices.
Yo también creo que estaría bien. Pero es difícil.

Murakami, Haruki (2011). 1Q84. Libros 1 y 2. México, TusQuets, pp. 213-214


Con esa mini historia, de 1 de 2 grandes historias, de estos libros, me acordé de mí. Luego pensé en algunas amigas que andan en la búsqueda. “Esa” búsqueda. Entonces les cuento otra historia:

Un día supe lo que no quería en mi vida. Un día supe que alguien me gustaba. Un día miré y esa persona estaba a mí lado. Un día, cuando fue mí tiempo, y con muchos nervios, tomé su brazo para caminar por una calle.



martes, 16 de octubre de 2012

De cosas del día


<<Siento el latir de mi corazón, supongo que de eso se trata la vida.>>

 
Barrios, Cartagera de Indias, Colombia, agosto de 2011



sábado, 13 de octubre de 2012

De los olores que pican y te hacen llorar


- ah cómo pican!! 
- agggg!! Qué apeste!!
- con razón estaban libres estos lugares, nadie se quería sentar aquí, hasta pica su olor.
Abrí la ventana para tomar aire "fresco". La muchacha de alado se tapaba discretamente la nariz con sus dedos y el señor de atrás me dice con gran sonrisa:
- No somos nosotros eh!! son esos wüeritos que ya se van.  A usted nomás vi cómo le lloraban los ojitos por el olor. 
Luego voltea y les dice a sus hijas: 
- Niñas: siempre hay que bañarse.
Todos soltamos una carcajada y con ella la gran tensión que nos generó el mal olor de unos 10 turista que se bajaron en la Latino.

miércoles, 10 de octubre de 2012

De las citas con el libro del momento

La espera, la de él y la mía en Eje Central,
octubre de 2012
.
<< No es cuestión de edad respondió Aomane, resuelta. Se trata de una manera de vivir. Estar siempre en disposición de protegerse es importante. Una no puede resignarse a ser atacada. La debilidad crónica corroe a las personas. >>
Murakami, Haruki (2009). 1Q84. Libros 1y 2. México, TusQuets. p. 177

jueves, 4 de octubre de 2012

De las fuentes de mi contento...



De las fuentes de mi contento, es decir de mi alegría desde dentro.


De los buenos caminos y los mejores rumbos,
los de Xochimilco, octubre de 2012


Un día me pregunté: Angélica ¿qué te hace más feliz: dar o recibir? Yo soy feliz recibiendo <<por supuesto, seguro, no tengan duda>>; pero soy más feliz dando, me genera gran contento. 

Y en la semana tuve dos recordatorios de ese gran contento. Uno, producto del simple acto de comprar un regalo. 

Quien me conoce, sabe que no soy de los seres humanos que llega a una fiesta con un regalo en la mano. Es decir, no doy por tradición y más bien lo hago de manera espontánea, doy cuando me nace y la mayoría de las veces en días no oficiales (no cumpleaños, no navidad, no día del niño, ni de la madre,...).

Y es que dar no es simple. No, por lo menos para mí, porque dar es como compartirme y eso es un poco difícil. Lo que doy es más una forma de realizar lo que tiene este gran corazón, un acto de agradecimiento y de realización de amor. Pero no pienso: ah!! a través de este libro voy agradecer… no, no, no… es más simple… Es como tener algo dentro que de repente se desprende y busca dónde ser “puesto” (un depositario). 

Entonces al comprar un regalo me pude dar cuenta de la gran felicidad que me produce <<pensar>> en el regalo & depositario. Así, me pude observar con una grannn... pero grannn sonrisa viviendo ese acto! No puedo explicar mi emotividad. Me conmueve sentirme y verme con esta emoción, que estoy segura hasta me brillan los ojos. Como una niña que lleva la mejor de las ofrendas en muestra de gratitud o amor.

Así ocurrió con el segundo recordatorio. Antes de visitar a una amadísima amiga me llegó el siguiente mensaje <<se vale hacer un pedido megaespecial pa cuando vengas???>>. Por supuesto, le llamé para saber de qué se trataba el pedido super mega especial y  saben ¿qué era? Una rebanada de pizza

Agggggg!! Que nomás de recordarlo se me llenan los ojos de lágrimas de nuevo. Entonces, ya nos tienen al taxista y mí buscando dónde comprar una rebanada de pizza por los caminos de Xochimilco. Y de nuevo me encontré conmovida por el acto de dar, ahora, una rebanada de pizza. 

Ahora que lo escribo, pienso que hay <<algo>> <<mucho>> de mi ego en estos actos… Un acto egoísta para realizar lo que tiene este gran corazón, así que dejen seguir dibujando una sonrisa desde dentro con esto de darme a través de las cosas, objetos que se dicen regalos y que para mí son más ofrendas de agradecimiento y amor. 

Nota 1. Contexto del Manual de Seguridad Universitaria 2021

Contexto.  La primera versión de Manual de Seguridad para Instituciones de Educación Superior se publicó en 2011 y la segunda versión salió...