jueves, 4 de octubre de 2012

De las fuentes de mi contento...



De las fuentes de mi contento, es decir de mi alegría desde dentro.


De los buenos caminos y los mejores rumbos,
los de Xochimilco, octubre de 2012


Un día me pregunté: Angélica ¿qué te hace más feliz: dar o recibir? Yo soy feliz recibiendo <<por supuesto, seguro, no tengan duda>>; pero soy más feliz dando, me genera gran contento. 

Y en la semana tuve dos recordatorios de ese gran contento. Uno, producto del simple acto de comprar un regalo. 

Quien me conoce, sabe que no soy de los seres humanos que llega a una fiesta con un regalo en la mano. Es decir, no doy por tradición y más bien lo hago de manera espontánea, doy cuando me nace y la mayoría de las veces en días no oficiales (no cumpleaños, no navidad, no día del niño, ni de la madre,...).

Y es que dar no es simple. No, por lo menos para mí, porque dar es como compartirme y eso es un poco difícil. Lo que doy es más una forma de realizar lo que tiene este gran corazón, un acto de agradecimiento y de realización de amor. Pero no pienso: ah!! a través de este libro voy agradecer… no, no, no… es más simple… Es como tener algo dentro que de repente se desprende y busca dónde ser “puesto” (un depositario). 

Entonces al comprar un regalo me pude dar cuenta de la gran felicidad que me produce <<pensar>> en el regalo & depositario. Así, me pude observar con una grannn... pero grannn sonrisa viviendo ese acto! No puedo explicar mi emotividad. Me conmueve sentirme y verme con esta emoción, que estoy segura hasta me brillan los ojos. Como una niña que lleva la mejor de las ofrendas en muestra de gratitud o amor.

Así ocurrió con el segundo recordatorio. Antes de visitar a una amadísima amiga me llegó el siguiente mensaje <<se vale hacer un pedido megaespecial pa cuando vengas???>>. Por supuesto, le llamé para saber de qué se trataba el pedido super mega especial y  saben ¿qué era? Una rebanada de pizza

Agggggg!! Que nomás de recordarlo se me llenan los ojos de lágrimas de nuevo. Entonces, ya nos tienen al taxista y mí buscando dónde comprar una rebanada de pizza por los caminos de Xochimilco. Y de nuevo me encontré conmovida por el acto de dar, ahora, una rebanada de pizza. 

Ahora que lo escribo, pienso que hay <<algo>> <<mucho>> de mi ego en estos actos… Un acto egoísta para realizar lo que tiene este gran corazón, así que dejen seguir dibujando una sonrisa desde dentro con esto de darme a través de las cosas, objetos que se dicen regalos y que para mí son más ofrendas de agradecimiento y amor. 

Nota 1. Contexto del Manual de Seguridad Universitaria 2021

Contexto.  La primera versión de Manual de Seguridad para Instituciones de Educación Superior se publicó en 2011 y la segunda versión salió...