No me quiero ir de este día sin decirles las ganas que tengo de
escribir una ODA a las formas cómo los hombres te sacan a bailar, esos que no
conoces y con los que no tienes ninguna relación más que el placer por el
baile: la salsa.
No les digo de los bailes con mi chambelán, porque de esas sacadas
a bailar basta una mirada o a veces una frase bromista-burlona con inclinación de
cabeza: “vamos… esas son las tuyas”. Obvio: son
las cumbias y las salsas que más me divierten, me dibujan una sonrisa y me
alientan a mover las entrañas.
Bueno… bueno… pero de eso no les quería hablar, es que ayer que
fuimos a bailar Ángeles y su servilleta para celebrar su cumple, pero como otras
veces, nos encontramos singulares
personajes, seguro… seguro… como nosotras resultamos “unos singulares personales” y hasta nos lo dicen: "que si somos extranjeras", "que si nos vemos finitas” y hasta sacan sus mejores frases en inglés. Honor a la verdad esas frases se las han dicho a Ángeles.
Pero ayer uno de esos personales me dijo una de esas frases
memorables:
“bailas
chidö amigaaaaaa”
Cómo les explico, para empezar casi ninguno de los hombres con los
que bailo me dirige la palabra, podría decir que como en la vida real, les
impongo cabrón!! Porque además, estoy segura, parten del supuesto que NO SÉ
BAILAR, les veo con la intención de como se dice acá “bailarme” y cuando se dan
cuenta que sí sé bailar, entonces ejecutan sus mejores pasos y extrañamente me
vuelven a sacar. En fin… que regresando a mi personaje:
Nuestro hombre en comento baila bien, digo…
bien a secas, pero es de esos hombres que estiran los brazos espectacularmente
hacia arriba para acabar una vuelta y así y así…, y entonces estaba vuelta-que-vuelta, pero también vi la PRODUCCIÓN de su vestimenta: pantalón de vestir azul marino, camisa azul
cielo fuerte, anillos y cadena
color plata, y lo mejor y verdaderamente especial: gafas oscuras
onda Rigo Tovar.
El señor verdaderamente estaba inspirado, con esos pasos toreros y
matadores, y en una de esas vueltas QUE LE TIRO LAS GAFAS… oh por D I O S!!
Cuál sería su impacto ante mi accidental movimiento que se quedo inmóvil, hasta parece que sus gafas le daban el poder para moverse.
Y qué creen: NO SE MOVIÓ!! Tuve que
ir corriendo a recoger sus gafas y como seguía inmóvil, creo que hasta intente
ponérselas jajajajajaja!!! Por supuesto estaba atacada de risa, pero contuve decorosamente
la carcajada, pero ayer y hoy no he parado de reír al recordar la situación tan
bochornosa para él.
De regreso a la mesa, me dice Ángeles “le pegué a alguien durante
el baile”, pero mi compañero de baile tuvo la culpa y hasta le dije: "tu tuviste
la culpa por darme la vuelta tan fuerte” y yo le dije “yo le tiré las gafas al
señor”, y no parábamos de reír de nuestros accidentes y luego de comentar otras que nos pasan con baile.
En fin que de "esas" otras cosas de bailes luego se las cuento y entonces les hablaré de la forma esos los bailarines te
llevan a la pista y te dirigen la vida por unos minutos.
Uyff!! Erika también puede dar constancia de estos bailarines que
hasta rompen la camisa ante los espectaculares movimientos que ejecutan durante
una pieza de baile. Te acuerdas del Chinooooo… jajajajaja!!! En fin, en fin, en fin.
Y ya me puedo ir a dormir tranquila, ya tengo mi dosis de risa
cubierta.
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