Días de Mar, Chiapas, enero 2014 |
Me acostaba a las 8 de la noche, a más tardar a las 10.
Me levantaba temprano, por eso de las 7 de la mañana y un día hasta las 8 y sin despertador ni reloj. El sol, el viento, los gallos, las aves, los perros, los cochis me levantaban.
Todos los días tomé café con pan por la mañana y por la noche, y siempre acompañada para la buena plática.
También todos los días almorzaba (desayunaba) y comía como niña de hospicio.
Fui a dos Velas.
Me bañé en el mar "muerto", en las aguas mansas, quietas de la boca de mar.
Jugué en el mar "vivo" con agua tibia, entre las olas y con mis chamaquitos de allá.
Me refresqué en el río, aunque ay "nanita chula"!!! --como dicen los niños--, estaba bien fría.
Conocí los días con norte, esos días con mucho viento, con aire frío y polvo que no te deja ni ver, y así me tuve que guardar algunos días.
Comí pescado, res, cochito (cerdo), iguana, pollo y todoooooo fresco.
Y todos los días vi estrellas que ahora traigo en los ojos.
Y todos los días los chamaquitos amorosa y amablemente me decían: "buenos días tía" con una gentil inclinación de cabeza en espera de la carecía o un beso mediado por un "buenos días".
Tomé sol en los días que se pudo hacer caminata, y así regresé con sol en la piel, con una mente suave y un espíritu animado, además traigo muy bueno ritmo de sueño.
Y ni que decir, allá también tuve tiempo para agradecer a Dios por todo y por todos.
Acá los fotos... http://www.flickr.com/photos/gela_garnica/sets/72157639715395103/
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