Para todos los chamaquitos que me hacen los días
y la vida más divertida y llena de re-aprendizajes
Una historia de niños, de Lía, UNA de mis chamaquitas :)
Y es que ayer resulté sumamente conmovida cuando mi sobrina
me escribió:
- “Lía ya le sabe a su bici, su primer solito fue el
domingo”.
ME PUSE FELIZ!! No obstante que me ganó!! Jejejeje!!! Y les voy a contar por
qué: hace unas semanas me visitó y me dijo algo como:
- “Angy me queda grande mi bici, no alcanzó los
pedales, ¿le puedes arreglar el asiento?”
Y le dije que sí, sin pensar ni siquiera en el significado
de esas palabras para una niña, porque resulta que le decía a todo mundo:
- “mi tía Angy vendrá a arreglarme mi bici”.
Agggggg!! Agggggg!!! Seguro… Seguro… su tía Angy no se
acordó y nunca llegó... Entonces ella buscó la forma de resolver su problema y logró que su abuelo
le ajustará el asiento. Y así las cosas, que por fin pudo darle a esos pedales
y hacer su primer solito.
Ayer hablé con ella y le prometí (y ahora si le voy a
cumplir) que le voy a regalar su casco de las Monster High!!
Luego de escucharla me quedé pensando:
¿en qué momento, cómo y dónde dejamos la entereza, casi
necedad, para hacer “cosas”?
Y pensé:
“Y así de pequeños pueden ser nuestros objetivos y así de
grande e inmensa nuestra felicidad!!
Y pues… feliz día a todos los chamaquitos de mi vida!!! Incluido mi explorador favorito!! :P
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