lunes, 21 de marzo de 2016

Dicen que desde ayer es primavera y que con eso cambian muchas cosas, yo sólo sé que hoy cambié mis llaves.

Dicen que desde ayer es primavera, yo no sé, pero lo supongo, la humanidad tiene calendarios, pero al planeta le vale y tiene razón, ya le hicimos mucho daño.

En fin, que a estas alturas del año y de mi vida, sólo sé que tengo fases y hoy, hoy, hoy, 21 de marzo del 2016 cerré una de las etapas más hermosas, prósperas, alegres, risueñas y amorosas de mi vida, y digo cerré –literal y en sentido figurado– porque hasta HOY tuve la energía para cambiar la combinación de la chapa de mi puerta, de esa llave que entregué con toda convicción para tener un espacio común para compartir vida y, que aunque pedí, nunca me la regresaron. Y digo "cerré" en sentido figurado, porque en realidad me cerraron, en fin... en fin... que eso tampoco importa, no por ahora, no ahora, lo significativo de eso es que con el simple acto de traer al cerrajero, cerré esa fase de mi vidaY así, como la primavera, quedo a la espera de que lo mejor de mí florezca, después de tan triste invierno, ya les cuento en el verano cómo me fue, porque hoy estoy empollando pensamientos, emociones y proyectos que llevarán más de temporada en florecer, ya saben que soy lenta, pero no tengan pendiente que eso de incubar es altamente constructivo y amoroso, sobre todo sí es para mí. 

Namaste. 

jueves, 10 de marzo de 2016

De los días extraños y con mucho viento que dejan el corazón expuesto y las palabras salen desde dentro... muy adentro...


Hoy, como otros días, les contaré una historia sin contarles, y digo sin contarles, porque para lo que necesito compartir no hace falta que les dé detalles, sólo les contaré “mis” emociones, que ahora, a diferencia de otros cuentos, no es una historia de esas llenas de alegría. 
Y cuento sin contar, porque aunque soy capaz de mostrar y expresar mis emociones, sigo reservando la parte más importante de mi vida para mis relaciones cara a cara, así que cuento sin contar.
Esta historia empieza con un duelo y una gran tristeza que traigo aquí dentro. Y es que llevo muchos días, semanas, con grandes y prolongados diálogos mentales sobre lo que me pasa y lo que pasa es que casi siempre termino llorando, pero como todo en la vida me pasa, pero ahora --hoy-- aproveché que las ráfagas de viento se llevaron mi “racionalidad”, me dejaron el corazón expuesto, mis ojos muy limpios y mis manos libres para escribir.
Por algún lugar de la montaña,
aquella hermosa montaña
de Valencia, octubre de 2015.
Entonces les digo que hace unas semanas, más bien hace unos meses --diciembre y enero para ser exactos-- la vida me empezó a cambiar --literal: mi vida cambió y la vida me cambio-- y digo la vida, porque yo “estaba” muy feliz, pero la vida me llevó por un camino en el que ya andaba sin mirar e iba rumbo a una montaña y tuve que caminar sola, ya no hay mano que tomar ni brazo que sujetar ni hombro que tocar, pero eso hasta cierto punto no me preocupa “tanto”, siempre ando "sola" y cuando caigo me levanto sola -literal y en sentido figurado-. Ya saben que soy una sobreviviente (sin dramas, sin dramas... pero quien conoce mi historia sabe perfecto que la he librado bien y bonito).
Lo relevante de mi nueva condición es el gran desconcierto y desolación con la que me quede cuando me dejaron hablando sola --literial y en sentido figurado, pero así fue--, porque entonces me di cuenta que me tenía que concentrar en el camino, en mi camino, en cada paso, en cada escalón, en cada piedra del camino en el que ya andaba.
Ahora, a diferencia de otro tiempo, tuve que observar con mucha tranquilidad y paciencia sí el camino estaba iluminado o sí estaba oscuro para prender la luz, no sea que pierda el rumbo, porque mi camino, por ahora, está bien trazado.
En ese andar --mi andar de ahora-- tuve que estar más atenta y sensible al frío y al calor, ya saben... ya saben... la calefacción del corazón estaba descompuesta y, ahora, peor con esto de la menopausia (jajajajaja!!!).
Ahora, más que nunca, tengo que andar con pasos cortos y muy lentos, porque a veces la vista se me nubla de tanto recuerdo, así que también debo hacer altos para volver a mirar. 
Entonces... entonces... ya saben la cosa más importante que les quería decir sin contar: la vida me cambio y en muchas cosas...
  • el tiempo,
  • la compañía,
  • la casa y
  • los rituales --mis rituales--.
Los días, en las horas de mis días, ya no hay a quien compartir ni tristezas ni alegrías ni burlas ni mofas ni sonidos ni colores ni sabores ni bromas ni llantos. 
La casa, mi casa, dejo de oler a pan los jueves y la misma casa quedo en silencio, en gran silencio, los fines de semana, ya no se escuchan las risas ni carcajadas, sólo me acompaña el silencio; y las paredes están lisas, muy blancas, ya hay espacio para albergar nuevas alegrías y nuevos recuerdos. Y seguro... seguro... ya me pasará y me volverá el gusto por hornear, nomás dejen que me pase el mal-estar.
El baile, en mi baile, mis días de baile, por algunas semanas quedaron suspendidos, pero ya volví y me queda el consuelo --tonto de inicio, pero al fin consuelo--, por qué bailar con uno, sí puedo bailar con todos… jajajajajajaja!!!  
Ya no hay regalos ni galletas ni dulces ni playeras ni café ni libros ni música ni mensajes ni viajes ni triunfos ni fracasos que compartir. Bueno, sí pero no. Así como tuve un depositario de mi amor y, algún día, fui capaz de reconocerlo. Hoy, a 35 días del duelo, sólo digo que lo mejor y peor de mi me lo reservo y lo resguardo aquí dentro.  
Camino a la montaña, Valencia, octubre de 2015.
No lo voy a negar  --y esta es la parte que menos le gusta a las personas, pero ya lo van entendiendo, que Angélica Garnica también llora--, perdí la sonrisa, se me fue la sonrisa, increíblemente se me fue la sonrisa, sonreía a fuerzas y me temblaba el cachete, pero de verdad que me esforzaba por sonreír, pero por primera vez en mucho, muchos, muchos años la sonrisa se me fue…
La sonrisa desde dentro se desvaneció y sólo me quedaron lágrimas, y aún cuando escribo estas líneas se me vuelven a inundar los ojos,  qué le vamos a hacer?? Así es el camino de las lágrimas y de los duelos.
Y durante todos estos días capturé --con fotos-- las diversas versiones de la sonrisa de Angélica, porque tenía temor de que no regresará, pero creo que ya va saliendo, ya va regresando mi mejor sonrisa.
Entonces les digo que además de mis proyectos, las reestructuración de mi organización, ando en esas, que me estoy restaurando en cuerpo, alma y espíritu, tengo una gran herida y cada día le pido a Dios, al Universo, a la vida, que me dé lo que me tenga que dar pa’salir del duelo y así lo hacen, al día, todos los días, tengo la bondadosa, amorosa y paciente compañía de mi familia, amigas y amigos que no escatiman en palabras, abrazos y tiempo para apapachar mi ser. Y sí pues, gracias, gracias, gracias, gracias inmensas.
Mi ejercicio al día es llevar a mi mente a estados positivos, de bienestar, de creatividad y alejarla de mi fuente de sufrimiento, de enojo, de tristeza. Y ni se apuren que ya sé cuál es mi siguiente ejercicio ahora esté completamente restaurada en mi seguridad emocional, ya lo sé que voy a hacer, ya sé que haré, pero se los cuento luego.
En fin... En fin… Que son días muy extraños de acomodos y reacomodos, incluso, en la casa, en la ciudad y hasta los árboles caen con todo y raíz, así que ya me siento más tranquila por esta gran caída.
En realidad no puedo irme de esta entrada, de esta nota,  sin dejar de agradecer a la vida por todas las enseñanzas, las experiencias, las vivencias y todas las emociones durante todos los días de mi vida, pero especialmente durante los últimos 6 años --más o menos, soy mala para las cuentas, excepto para llevar la cuenta de los días de ausencia, porque de esos, no sé por qué llevo perfecta cuenta, tal vez porque, paradójicamente, es un gran anhelo porque me llegue el olvido--.
Y ya pues…
Ya pues…
Ya pues…
Que por fin tuve las condiciones para ponerme a escribir pa’ mí y poder compartir... desde aquí... desde aquí... de dónde más... de esta cabeza-corazón.



miércoles, 9 de marzo de 2016

¡Por las que no están! Retos para una política con perspectiva de género



Palabras durante mi participación en el
Foro "La influencia de las mujeres en el México de Hoy"
08 de marzo de 2016

 
Hoy me invitaron a reflexionar sobre “cómo influimos las mujeres en nuestro país, cuáles son nuestras aportaciones y cuáles son los retos más importantes que vivimos”,  sin duda me centraré, en esto último, nuestros retos.
Iniciaré mi participación con algunas historias que me permiten exponer mis preocuaciones sobre el papel de las mujeres en diferentes ámbitos de la vida social, política, económica y territorial de nuestras colonias, barrios, municipios, delegaciones, estados y de todo el país.
En diciembre de 2015 fui nombrada Consejera Ciudada en el Consejo Nacional de Seguridad Pública, que es el órgano máximo de discusión y decisión sobre la “orientación” de la política de seguridad pública en nuestro país. Un alto honor para una mujer profesionista y comprometida con temas de prevención de la violencia y la delincuencia.
Sobre eso, les comparto el impacto por estar sentada en una mesa de, apróximadamente, 40 personajes de alto rango de la vida nacional: Presidente de la República, Secretarios de Estado, Procuradora, Gobernadores y Consejeros Ciudadanos.
Y como soy socióloga cabeza dura --todo lo quiero convertir en datos--, así que conté las mujeres estabamos en esa gran mesa. Eramos cinco, de las cuales tres somos Consejeras Ciudadanas. Es decir, por cada 10 hombres sólo había 1 mujer (12.5% de los integrantes del Consejo eramos mujeres en ese momento). De las asistentes sólo 2 tenían cargo en el gobierno feferal.
Otro ejemplo. El fin de semana se llevó a cabo un Hacktón Urbano --espacio donde convergen hackers para resolver problemas sociales a través de aplicaciones tecnológicas-- fueron 84 participantes y de ellos 20 mujeres. En cifras cerradas, por cada 10 hombres había 3 mujeres.
Así, puedo citar más ejemplos y la relación siempre es la misma: menor participación de la mujer.
Una cifra más para iniciar mi reflexión: según el Censo de 2010, 51% eran mujeres y 49% hombres, aquí y sólo aquí encuentro igualdad y equilibrio, porque en el resto de las cifras las desventajas numéricas y cualitativas sobre la presencia de la mujer en los diferentes ámbitos social, político y económico  son menores y de baja calidad.
Con estos ejemplos, mis preguntas son muy simples: ¿dónde están el resto de las mujeres? ¿qué hacemos? ¿cómo estamos? ¿cómo nos desarrollamos? ¿con qué problemas no encontramos?
Y de nuevo y ante mi desconocimiento científico sobre las características del desarrollo de las mujeres en nuestro país, me limitaré a hablar de mi contexto y mi experiencia. 
Aunque cabe señalar que para hacer mi ponencia consulté páginas institucionales de INEGI, CONAPO e INMUJERES para revisar los indicadores sobre la condición de las mujeres en el país y no obstante que  las “Estadísticas de Género” son un aspecto estratégico que recomienda la ONU --en particular de la ONU-Mujeres--, a los estados asociados, pero resulta que  la información disponible en páginas web de esos organismos es poca o nula, muy atrasada y, por supuesto, no da cuenta de nuestra realidad sobre: cuántas somos, dónde estamos, qué condiciones de desarrollo tenemos, ya no hablemos de saber qué tipo de violencia física, sicológica o material vivimos.
Así, aquí les dejo la primera gran reflexión y tema de interés: todos los sectores público, social y privado estamos obligados a construir fuentes de información sobre las condiciones de desarrollo de las mujeres en el momento actual.
Tenemos que conocer ¿cómo estamos para saber hacia dónde debemos ir? La batería de temas son inmensos, por ejemplo
1º Las características de la participación de la mujer en las activides económicas (cantidad y cualidades de esa participación): mujeres emprendedoras; mujeres líderes involucradas en el desarrollo local; tipo de proyectos  productivos que impulsamos y mujeres beneficiarias de fondos de emprendimientos sociales y su impacto en el desarrollo y bienestar de la comunidad, entre otros temas.
2º Otro aspecto a conocer son las características de la participación de la mujer en la vida política y su influencia en la generación de políticas públicas con perpectiva de género y la transversalidad de las mismas, que, además, permita observar cómo se refleja en la asignación presupuestal. Es decir, debemos conocer cuántos recursos públicos se destinan en acciones para mejorar las condiciones de desarrollo de las mujeres.
3º Un tema adicional son las características de la participación de la mujer en la vida social, que van desde la salud, educación, seguridad, medio ambiente, calidad de vida, vivienda, desarrollo comunitario, entre otros. Sí no conocemos las formas cómo participan las mujeres en estos ámbitos, tenemos pocas o nulas oportunidades de incorporarlas en acciones para su desarrollo.
4º Finalmente, sí hay algo que necesitamos conocer es la relación entre las mujeres y su entorno territorial --ciudad o campo--: dónde y cómo viven, dónde trabajan y en qué condiciones trabajan, cómo se trasladan, por qué migran, a dónde van,  qué tipo de problemáticas viven en su espacio vital: la vivienda.
En efecto, la problemática es compleja y grande, y todos tenemos mucho que aportar en este conocimiento.
Pero regreso a mis preguntas iniciales ¿dónde están el resto de las mujeres? ¿qué hacemos? ¿cómo estamos?
Entonces les diré que el resto de las mujeres que no estamos en Foros en el Senado de la República o en sesiones de Consejos Nacionales o una sesión de hackers, el resto de las mujeres de este país...
·      llevan a los niños a la escuela,
·      van a trabajar a la oficina, una fabrica o una tienda, al campo,
·      estudian,  
·      dan clase,
·      investigan,
·      son comerciantes,
·      empresarias,
·      realizan labores del hogar,
·      hacen el mandado,
·      utiliza muchas horas de su día en traslados de las comunidades rurales a la ciudades o de las periferias a las grandes ciudades.
Así, en el 2016, sin duda, la ciudad, es el espacio donde las mujeres trabajan y consumen diversos servicios. Nuevamente discupen la falta de datos, pero basta con ver cualquier transporte público, por la mañana o por la noche, para que la realidad nos dé algunos indicadores sobre quiénes y cómo se mueven en nuestras ciudades.
Y aquí les dejo mi segunda preocupación y tema de interés:
Sí la ciudad es el espacio privilegiado para el desarrollo de las actividades de las mujeres… por qué no procuramos mejores condiciones para su desarrollo, por qué los diferentes niveles de gobierno y los diferentes sectores NO NOS procuran mejores condiciones para nuestro desarrollo.
Y sobre esto no voy a inventar el hilo negro, citaré aspectos centrales de la iniciativa mundial de ONU Mujeres para generar Ciudades Seguras y Espacios Públicos Seguros para las Mujeres:
“El acoso sexual y otras formas de violencia sexual en el espacio público es algo que ocurre a diario en la vida de mujeres y niñas de todo el mundo: en zonas urbanas y rurales, en países desarrollados y en vía de desarrollo.
Las mujeres y las niñas son y temen ser objeto de distintas formas de violencia en el espacio público, desde comentarios sexuales no deseados, manoseos, hasta violaciones y femicidios.
Esta realidad reduce la libertad de movimiento de las mujeres y las niñas y su capacidad de participar en la escuela, el trabajo y la vida pública. Limita su acceso a los servicios esenciales y el disfrute de oportunidades culturales y de ocio. Asimismo, repercute negativamente en su salud y bienestar”[1].
Pensemos en la madre de familia que sale a las 5 de la mañana de Nezahualcóyotl, Ecatepec, Tlalnepantla, Naucalpan, Ojo de Agua, Las Piramides, para ir trabajar a Santa Fe, Tacuba, Polanco, La del Valle.
Cierren los ojos... e imaginen el siguiente escenario:     UNA CALLE
a)          Sin iluminación.
b)          Sin parabuses o paradas.
c)           En completo silencio, en la colonia aún durmen.
d)          Todo en silencio.
e)          Hace frío.
f)             A lo lejos se ve y escucha el rugir de microbus tuerto, pero con luces neón ¾sólo con un faro¾, sin placas y es la única forma para llegar al metro, mexibus o cualquier otro transporte.
Pensemos por un momento en esa realidad y ponganse en los zapatos de esa mujer, de esas mujeres.
En efecto: da miedo y tal vez se les hizo un nudo en la garganta y les dio taquicardía, pero las mujeres, esas mujeres, nuestras mujeres tienen que seguir y seguimos para llegar al trabajo, la escuela, el hospital, la casa.
¿Cuál es el reto…?
“Aplicar herramientas, políticas y enfoques integrales de prevención y respuesta al acoso sexual y otras violencias en contra de las mujeres y niñas en diferentes espacios de la vida urbana[2]
Piensen, y aquí les pido que abran bien los ojos, sobre todo los legisladores: los gobiernos locales, estatales y federal deben transcender diferencias, colores partidarios y superar las inercias para no hacer nada y enfocarse en crear espacios seguros y libres de violencia ¿y cómo?
En esta línea de atención nos queda todo por hacer, pero me concentraré en 2 prioridades:
1º Hacer las calles seguras, es decir reducir los factores de riesgo para la violencia hacia la mujeres, que involucran aspectos básicos de los servicos urbanos a nivel local y estatal:
·      hacer banquetas
·      tener iluminación
·      hacer poda
·      tener limpias las calles
·      contar con parabuses
Esos aspectos mejoran de manera inmediata las condiciones de seguridad para nuestros traslados de la casa a la escuela, del trabajo al mercado o del trabajo a la casa.
2º Contar con transporte público digno, seguro y de calidad, que implica: invertir en nuevas unidades de transporte público y hacer una revisión exhaustiva de las rutas de transporte que tengan las peores condiciones de servicio ¾ya sea por la calidad de las unidades de transporte y por el servicio¾; y el mayor número de incidentes de violencia y delincuencia en el transporte. Esta revisión debe tener consecuencias en el compromiso de los concesionarios para: sustituir las unidades; mejorar la calidad del servicio; y dar seguridad en los viajes.
Y sí, también estoy preocupada por los alcances de lo que estoy planteando, pero sí hay algo en lo que se deben incidir a nivel social para mejorar la seguridad de las mujeres es en el transporte público.
Nadie defiende los derechos de los usuarias y usuarios del transporte y, paradojidamente, somos la principal base de la Población Económicamente Activa de este país. Así que… piénsenle, porque hasta por capital político, los políticos y gobernantes, deberían de hacer algo.
Cerraré mi “plática” con una cuestión que afecta tanto a:mujeres “minoría”… esas que estamos ubicadas en espacios estratégicos en la vida pública; y las mujeres “hormiga”… esas que sostienen en cuerpo y alma la vida familiar, social, económica y emocional de este país.
Ambas seguimos enfrascadas en demostrar que podemos… llevar una vida familiar, profesional, económica, emocional, sexual, … plena e integral.
Sin embargo, la realidad nos da con la puerta en las narices y de nuevo viene a cuenta mi ámbito de ejercicio profesional, y les contaré algo para responder al ¿cómo nos desenvolvemos las mujeres en un contexto como el nuestro? Y ¿cuáles son nuestros retos a nivel personal, humano y profesional?
Soy consultora en prevención social de la violencia y mi relación directa ¾mi cliente potencial¾ es el sector de seguridad pública, entonces ya se pueden imaginar aquella escena en la que llego a cualquier área de seguridad pública de este país y sí, sí, sí… pensaron bien: es una mirada de arriba a bajo, te reciben, “te escuchan”, a veces
-     entienden tu propuesta,
-     otras ponen cara como de que te entienen,
-     otras no entienden ni les importa lo que digas y
-     otras, de inicio, NO les importa cómo se come eso de la prevención social de la violencia.
Pero lo siguiente es más critico!! Sigue nuestra labor de venta de los servicios profesionales y aquí mi speech:
<<“Sabemos hacer esto, los hacemos bien, estamos calificados, realizamos el trabajo y no damos participaciones, mordidas, porcentajes, puntos, ni regalos en efectivo ni en especie>>
Y sí, ya se pueden imaginar la cara de los servidores públicos.
Algunos son sinceramente deshonestos desde el principio y ya no te vuelven a llamar.
Otros NO TE CREEN y a lo largo del camino debes demostrar que eres una empresaria responsable, profesional, altamente calificada y honesta, y en esto se te pueden ir horas, días y meses de energía y dedicación.
Entonces inviertes una enorme cantidad de horas en DEMOSTRAR que sabes hacer el trabajo, que lo haces bien y que además eres honesta, pero ellos siguen sin creer en tu perfil.
Así, un buen día te das cuenta que ya no puedes ni debes seguir demostrando que sabes, que tienes perfil, que eres honesta y que quieres trabajar.
Entonces: la corrupción te derrota y abandonas la “idea” de seguir trabajando. Ya no te quedan energías para seguir demostrando, cuando el “verdadero” trabajo aún no lo empieza.
Les digo, el gran reto no es para las mujeres trabajadoras de este país, porque las hay, porque somos muchas mujeres…
·      Capaces
·      Trabajadoras
·      Comprometidas
·      Brillantes
·      Innovadoras
·      Emprendedoras
En México hay muchas mujeres profesionales en su ramo, con capacidad y gran necesidad de trabajar. ((levanten la mano quienes estén en esa condición)).
A estas alturas, 8 de marzo de 2016, hay muchas mujeres habilitandas y capaces para desempeñarse en todos los ámbitos y sectores económicos de nuestro país. El reto no es para las mujeres, el reto es para el mercado. El reto es que el mercado laboral dé cabida al perfil de las mujeres.
Y así llegamos al problema del bajo desarrollo económico que tiene nuestro país, que no está a la altura de las necesidades de su población.
De nuevo, no me inventaré el hilo negro, sólo hablaré de los Compromisos de ONU Mujeres, entidad que fundó la Organización de las Naciones Unidas en el 2012 para generar “Igualdad de Género y el Empoderamiento de la Mujer” y que se refiere al compromiso de todos los países asociados para: “procurar la autonomía económica y la seguridad de las mujeres; y aumentar la participación de las mujeres y su poder de decisión, en el hogar y las relaciones, así como en la vida pública y la política”[3]
Recuerden que no es una legislación nacional o una aspiración de su servidora ¾aunque sí¾, lo anterior es un compromiso en el marco de Convenciones Internacionales y me refiriré sólo algunos aspectos que, como siempre, hace falta refrescar en un día como este:
·      Es necesario garantizar la participación de la mujer en la vida política en condiciones de igualdad con el hombre.
·      Es indispensable reconocer las aportaciones esenciales de las mujeres para el logro y el mantenimiento del desarrollo, la seguridad, el respeto de los derechos humanos, la promoción del desarrollo, el crecimiento económico, la erradicación de la pobreza, el hambre y las enfermedades.
·      Es fundamental corregir las prácticas, actitudes y estereotipos  discriminatorios.
·      Es indispensable empoderar a las mujeres a fin de que desarrollen conocimientos y aptitudes para contribuir plenamente a la sociedad[4] en cuestiones de:
o  gobierno,
o  políticas públicas,
o  economía,
o  cuestiones cívicas,
o  tecnología de la información,
o  ciencias,
o  entre otras.
Sin duda, el mayor reto de todos --y me apena ser la portadora de tan mal noticia-- es la cuestión cultural, es un tema de actitudes de desconfianza, intolerancia, segregación, maltrato, violencia, incluso entre nosotras mismas.
De verdad, no tengamos miedo, no tengan miedo, de confiar en la capacidad, responsabilidad, tenacidad, profesionalismo, pasión y entrega de las mujeres para desempeñarse en la vida laboral.
Estén seguros que nosotras, junto con los niños y jóvenes de este país, seremos la base firme y genuina que necesita nuestro país para transitar a la ruta del bienestar, seguridad y desarrollo. Somos su oportunidad de salir del atolladero, así que aprovechen nuestras capacidades.
Muchas gracias y buenas tardes.


Nota 1. Contexto del Manual de Seguridad Universitaria 2021

Contexto.  La primera versión de Manual de Seguridad para Instituciones de Educación Superior se publicó en 2011 y la segunda versión salió...