a) no es un dolor de cabeza, son muchos dolores de cabeza; y
b) acepto que “soy una soñadora y que vivo en un mundo paralelo”, y en mí mundo paralelo:
- La gente es honesta, con todoooooooo lo que eso implica: no “roba” ni poco ni mucho. En este mundo: la gente no arrebata lo que no es suyo; no quita lo que no es producto de su trabajo.
- La gente no miente, de principio a fin, ni con cosas pequeñas ni con cosas grandes. En este mundo paralelo la gente se conduce con verdad.
- La gente es responsable, hace su trabajo y no “culpa” a otros por no hacer lo que le toca hacer. En este mundo paralelo la gente asume con responsabilidad sus errores y hace lo que tenga que hacer para corregirlos.
- En este mundo paralelo, se respetan las leyes, los procedimientos y los contratos. En ese mundo hay un estado de derecho.
- En este mundo paralelo la gente sabe decir gracias de corazón.
- En este mundo paralelo la gente dice --sin pesar y con mucha conciencia--: lo siento para cuando comete un error.
- En este mundo paralelo los juicios sumarios se los dejamos a Dios.
En fin… que sigo pensando en todos los componentes de mi mundo paralelo, y entonces encuentro muchos motivos para comprender mi gran dolor de cabeza, mis dolores de cabeza y mi gran malestar, pero entonces entiendo que no me duele la cabeza, lo que me duele es el corazón.
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