No hay que conformarse con las buenas lecturas, las buenas
palabras, los ideales de la bondad, de bienestar o de iluminación, hay que
practicar esas habilidades adquiridas. “No hay que contentarse con la teoría” hay
que ser hábil.
Ser hábil es
evitar las emociones destructivas, como la envidia, el odio y la codicia e
implica cultivar emociones positivas felicidad, amor o contento, así como tener una visión correcta de las cosas, algo
así como estar consciente de todo, aceptar
las cosas tal cual son, aunque algunas de esas cosas no nos gusten o no sean como
nosotros queremos.
Ser hábil significa ser ecuánime, constante y reconocer la
impermanencia de las cosas. No una cosa a la vez, todo junto: ecuánime+constante+ visión correcta.
Ser hábil permite plantarnos en los zapatos del otro y
tratar de entender sus problemas,
dificultades, ideales y aspiraciones. Sin juzgar sólo para observar.
Esta habilidad permite:
- Ser feliz si ve felices a los demás.
- Ser paciente con quienes se enojan o profieren amenazas.
- Ser generoso con sus posesiones, su tiempo y su energía.
- Estar dispuesto a ayudar en lo que se pueda.
- Pensar, hablar y actuar para buscar beneficiar a la situación en general, en lugar de mirar por lo que a uno le convenga.
- Apuntar hacia estados de conciencia que estén libres de carga del interés propio y de recriminación.
- Saber de qué manera se pueden propiciar esos estados mentales positivos.
- Disfrutar nuestras experiencias de un modo más ligero para llegar hacia el objetivo esencial: la felicidad, la nuestra.
Otro aspecto que está presente en esta búsqueda de bienestar
es la honestidad, así :
El que es capaz hace las cosas de una forma directa, franca, sin
complicaciones. No necesita recurrir a subterfugios ni darle vueltas a las
cosas. No tiene que evitar sus responsabilidades. Sabe lo que piensa y lo
expresa con honestidad, sin caer en juegos ni ocultar medias verdades. Es
honesto.
Cierro estas notas con una sencilla reflexión:
Si alguien quiere alcanzar la calma que haga eso: que busque
la calma; si alguien quiere ser feliz que haga eso: que busque la felicidad o como
coloquialmente lo dijo uno de mis profesores de la maestría “no se preocupen, ocúpense”.
Fuente: Sangharákshita (2010). El diálogo del Buda sobre el amor incondiconal. Sutta karaniya, Mettá. México, Centro Budista de la Ciudad de México, pp. 33 a 39.