Antes que me empiece la
semana les voy a compartir “mi” impresión libro Nuestro Tiempos Felices de Ji-Youn, Gong.
Y es que miren pues… mi
relación con la lectura es muy intuitiva, “sigo” los nombres, me laten o no me
laten, sin mucho o nada de conocimiento de los autores, me confieso inculta
para esas cosas. Y nomás disfruto leer, las historias, mirar los personajes,
sentir los ambientes y me recreo en las emociones, imaginerías y las buenas
palabras. Así de simple.
Cuando veo un libro, hago la
primera lectura de la contra portada, el índice y una página a la azar, y si me
late, lo compro. Esa es una forma de abrazarme a un libro, yo digo la forma
tradicional de llegar a un libro.
La otra es seguir las
recomendaciones y aquí pues sí, en los últimos años “alguien” me enseñó el
camino de la ciencia ficción y ya ni les digo, me encantó, me atrapó y así es
como devoró “algunos” libros. En fin que ésta es la segunda forma de abrazarme
a un libro.
Una tercera forma de
engancharme con un libro, es que algún libro me lleve a otro y así se puede
hacer una cadena infinita de libros por leer.
Entonces, con este libro de Nuestro Tiempos Felices apliqué la forma
tradicional de asirme a un libro. Y de compartir lo mucho que me conmovió, como
hace mucho no lo hacía un libro, tanto que me emocionó hasta las lágrimas.
Sí… sí… sí también es cierto
que hay que andar de humor para hacer clic con las lecturas y tal vez por eso
me llegó hasta las fibras más sensibles de mi ser. Tal vez por la fase de
bien-estar en la que me encuentro… tal vez sea eso o tal vez sea el sereno, no
los voy a convencer ni adoctrinar de nada.
No les diré mucho, porque la
verdad, como lo dije en algún momento, eso de los libros es muy subjetivo, es
decir cada quien su gusto y así las cosas, a mi me gustó, aunque digan que es
la versión de Paulo Coelho, a quien por cierto nunca he leído, porque le
tengo pre-juicios y si pues… hay cosas que no leo porque… porque… porque no
pues… no me aplica. Coelho es uno de ellos, no por el momento, tal vez cuando
acabe de leer el resto de libros que quiero leer, entonces empiezo con “esos”
libros.
Entonces regresando a libro,
me gustó porque los personajes, los tres principales, con vidas y formas de
vida tan diferentes “crean” su relación con la
fe, la esperanza, la devoción, la practica religiosa, el perdón, el amor, Dios.
Y así me voy con una gran
sonrisa pensando en mi “versión” de Dios y mis ganas de leer la biblia, si
pues… esa fue la gran ganancia de éste libro y es que a veces por ejercicio de
meditación me agarró un versículo o a veces por curiosidad me tomaba otro, pero
sin mucha seriedad. Así, que… a mis 45 años empezaré a leer la biblia y no porque
Dios lo mandé, bueno sí, pero no. En realidad son los dictados del corazón, así
que me tendré un poco de paciencia para el estudio de “El Gran Libro”.
En fin que si les late, échenle
una leída a ese libro en cuanto estén de humor.
Aquí les dejo tres citas:
“Cuando estás vivo, las cosas cambian, a veces a peor y a veces a mejor”.
“Ningún ser humano era esencialmente bueno o esencialmente malo. Todos luchábamos para superar cada día de nuestra vida. Si existía una verdad fundamental, era que cada uno de nosotros luchábamos contra la muerte.”
“Ninguno de nosotros es enteramente bueno, ninguno enteramente inocente.”
Después del cuaderno 19, 19, Ji-Young, Gong. Nuestros
Tiempos Felices.
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